Alarmantes de los trastornos de la conducta alimentaria
Utilización injustificada de dietas restrictivas. Estado de preocupación constante que puede llegar a la obsesión por todo lo que esté relacionado con la alimentación. Interés exagerado por recetas de cocina, dietas, tablas de calorías, etc. Preferencia por no comer en compañía. Deporte excesivo. Distorsión corporal. Son muchas las señales que alertan de que una persona podría estar sufriendo un trastorno de la conducta alimentaria. ¿Pero qué hay detrás de todo esto? Los profesionales de la salud ya han llegado a un consenso: no es cuestión de físico, es cuestión de raíces.
Anorexia y Bulimia, los trastornos DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA más conocidos
Algunos de los trastornos de la conducta alimentaria los conocemos bajo el nombre de anorexia, bulimia, trastorno por atracón, etcétera. Desafortunadamente, la forma en la que se expresa el trastorno es diferente en cada persona y eso complica el tratamiento. En otras palabras, el trastorno alimentario es la punta del iceberg de algo más profundo. Es decir, la conducta alimentaria es el reflejo de dolencias emocionales y carencias de cada persona; que esconde y controla mediante el control en exceso de su conducta alimenticia.
Las redes sociales influyen, y mucho
Las redes sociales han llegado cómo un tanque a destrozar la autoimagen de muchas personas. Sin duda, constantemente e incluso inconscientemente comparas tu físico con el de otras personas. Te invade la envidia. La inseguridad. Los complejos. En consecuencia, es difícil mantenerse firme y segurx ante una oleada de cuerpos que parecen no tener imperfecciones y son tan distintos al nuestro. Pero, esta es solo una pequeña parte del Iceberg. La terapia psicológica intenta descubrir que hay debajo de lo que se ve, cuál es tu sistema de creencias y cuáles son los pensamientos nucleares y las experiencias vitales que llevan a la persona a tener bajos niveles de autoestima, alta insatisfacción corporal y elevado perfeccionismo.
Todos los problemas afectan y nos afectan a todos
La actitud que adoptes con la comida puede ser consecuencia de otros problemas que aparentemente no tengan relación o que ni tú hayas podido detectar. Sin duda, lo invisible, esta parte íntima y emocional, tiene que ver con nuestra personalidad y nuestra historia vital: aspectos internos como el perfeccionismo o la dificultad de controlar o expresar las emociones, una baja autoestima, creencias irreales y desadaptativas de cómo debe ser el cuerpo humano, etcétera.
Existe una tendencia social equívoca a atribuir este tipo de trastorno a un colectivo en concreto: mujeres adolescentes que usan mucho las redes sociales… Sin embargo, la verdad es que afectan a hombres y mujeres de todas las edades, culturas, razas, pesos o formas corporales, orientaciones sexuales y niveles socioeconómicos.

La tasa de mortalidad más alta
El trastorno de la conducta alimentaria tiene una tasa de mortalidad más alta que cualquier otra enfermedad psiquiátrica. Hasta un 20% de las personas con anorexia nerviosa crónica morirán como resultado de su enfermedad. Además, de ser causada por las complicaciones médicas debido a los atracones, la purga, la inanición y ejercicio excesivo, el suicido es muy común entre los individuos con trastornos de la conducta alimentaria. Por eso, es muy importante no minimizar ni menospreciar ninguna enfermedad mental. Lo más importante es no caer en el: es que no puedo entenderlo, es que no me entra en la cabeza, es cuestión de comer más (o menos) y punto. La ignorancia hace mucho daño. La ignorancia mata.
Prejuicios fuera
Es importante evitar caer en prejuicios sobre este tipo de enfermedades pues son de extrema gravedad. Al entorno de una persona con TCA se le deben enseñar unas pautas para evitar empeorar la enfermedad debido al desconocimiento y a la desinformación, así cómo para evitar caer en mitos y frases que sólo empeoran la situación. Hasta que no te termines la comida no te levantas. Pero si no estás gorda. Deja de hacer el tonto con la comida. Lo haces para llamar la atención…. Y un sinfín de ejemplos más que se deben evitar a toda costa.
Se deben tomar medidas de prevención desde que los niños son muy pequeños: “Hay que inculcarles hábitos saludables, educación emocional, autoestima, aceptación de la diversidad corporal y un espíritu crítico con el ideal de belleza que promueven los medios”. Sin duda, la terapia psicológica o la psiconutrición son estrategias muy positivas para la toma de consciencia de nuestra relación con la comida y con nuestro físico.
Factores de Riesgo DE LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS
Por otro lado, cabe señalar que existen unos factores de riesgo. Eso significa que si están presentes ciertos rasgos o antecedentes en la historia vital de una persona tendrá más posibilidades de padecer la enfermedad.
- Por predisposición genética. Si un familiar, especialmente cercano, ha sido diagnosticado anteriormente con TCA.
- Debido a rasgos psicológicos. Hay ciertos rasgos de personalidad, como tener una autoexigencia demasiado alta, tendencias perfeccionistas cercanas a la obsesión, rigidez cognitiva y necesidad de control que están muy relacionados con presentar un trastorno de conducta alimentaria.
- Se ha relacionado con la baja autoestima ya que aumenta la tendencia a valorarse de forma negativa, lo cual puede afectar a cualquier área de la vida, especialmente en relación con la comida y con la auto-imagen.
- Una adolescencia dura y traumática se relaciona con padecer TCA en la adultez. La adolescencia es una etapa complicada. La personalidad y la auto-imagen se encuentran en pleno desarrollo. La probabilidad aumenta si se ha sufrido acoso o burlas por el físico durante esta etapa.
En conclusión
El confinamiento no ha sido fácil para nadie. Pero, para las personas que se encontraban en plena lucha contra un trastorno de la conducta alimentaria ha sido una verdadera batalla. Por suerte, a través de la terapia online se ha conseguido poder controlar y ayudar a algunas personas con el fin de que la enfermedad no fuera empeorando.
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